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jueves, 17 de enero de 2013

Mamá histérica en el pediatra, otra vez...

Como ya os conté a principios de diciembre al ir a recoger los resultados de unos análisis de Mencía, casi me da un ataque de nervios al ver todos los parámetros de la analítica con asteriscos. Pues bien, ayer tenía que volver a la pediatra para ver qué tal había evolucionado la niña con el cambio de alimentación (atiborrarla a legumbres, pescado y huevos).
Al principio todo bien, Mencía había cogido en un mes 1,100 kg, lo cual es magnífico y yo estaba más feliz que una perdiz alabando las maniobras que la tía María había hecho con la niña en Jerez para cebarla. 
El problema llegó cuando la médico comienzó a explorar a la niña y se dió cuenta de que tenía todo el cuerpo lleno de unas "pintitas" como si fueran puntos de sangre que os juro que yo no las había visto. Rápidamente se puso un poco nerviosa y me dijo:
- "Sole, viste a la niña que la vas a llevar a que le hagan un hemograma ahora mismo, que esas pintitas son síntomas de las plaquetas bajas y cuando estén los resultados avisas a la enfermera para que vuelva a veros".
En ese mismo momento se me pasaron millones de cosas por la cabeza, sobre todo porque vi a la pediatra bastante nerviosa. 
En lo primero que pensé fue en una compi de trabajo a la que hace algunos meses, en unos análisis de rutina, le detectaron las plaquetas bajas y parece que es por una enfermedad autoinmune que a la pobre le trae de cabeza (todos los martes tiene que ir a hacerse análisis, a que le inyecten un tratamiento experimental y a que la vea el médico). Automaticamente ya me estaba poniendo yo en la misma situación, ¿¿¿para qué voy a pensar bien verdad???
Después de que entre cuatro enfermeras consiguiesen sacarle sangre al animalito que tengo por hija –tiene la misma fuerza que Sansón– mientras que lloraba descontroladamente, tuvimos que esperar más de una hora y media hasta que la pediatra nos volvió a ver.
Finalmente la niña no tenía nada relacionado con las plaquetas, lo que tenía era un exantema vírico que se le quitará en unos días y que tenemos que hidratar mucho.
Cuando salí del Hospital (llegamos a las 8.15 y nos íbamos a las 11.00 horas) casi me eché a llorar de la ansiedad que me había generado la situación. A decir verdad, de vuelta a la oficina se me escapó alguna que otra lágrima...

martes, 4 de diciembre de 2012

Mamá histérica en el pediatra



Tras la visita a la pediatra la semana pasada nos mandaron que le hiciésemos unos análisis a la peque para ver si todo estaba en orden. Como había perdido 500 gr en un mes (que para una niña de 19 meses es una barbaridad), la pediatra prefería asegurarse de que todo estaba correctamente. Además, como al papá de la peque le acaban de diagnosticar que es celiaco aprovechaban el “pinchazo” para ver si ella también lo es, ya que es genético.
Esta mañana hemos ido Mencía y yo a recoger los resultados y a ver a la pediatra en el Hospital Sanitas La Moraleja, cuando me han entregado los análisis y me he puesto a verlos (soy una cotilla empedernida y aunque no entienda nada los tengo que revisar de arriba a abajo) casi me entra un ataque de histeria. De los cinco folios de análisis de distinto tipo, el 80% tenía asterisco, es decir que los parámetros estaban por encima o por debajo de la normalidad y eso no era buen síntoma. Tras tres cuartos de hora de espera antes de que la pediatra nos recibiese con sudores fríos, temblores, mensajes de whatsapp de SOS…. (vamos que estaba histérica) le comento a la médico:
          - Doctora es que estoy muy preocupada porque casi todo tiene asterisco.
    Y ella me responde: 
          - No te preocupes, es que los análisis llevan los valores predeterminados para los adultos, pero la mayoría de las cosas están bien para Mencía
Uffffffff, menos mal, casi me da un infarto. Eso me pasa por listilla y querer saber de todo. Además, de momento Mencíita no es celiaca, así que estoy encantada.
Ahora nos toca hacer algunos cambios en la alimentación para corregir las cosillas que tiene regular, pescado al horno y a la plancha en cantidades industriales, prohibido bollería y fritos y alternancia cada día entre huevos y legumbres. Se aceptan recetas y menús porque a ver cómo nos apañamos.