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domingo, 5 de mayo de 2013

Regalos del Día de la Madre

 Esta mañana he amanecido con una gran sorpresa. La primera es que mi estupendo marido en cuanto ha escuchado a la peque a las 8.45 horas ha saltado de la cama para encargarse de ella y dejarme dormir (es más bueno... que conste que es algo que hace habitualmente, pero nunca acompañado del salto de la cama).
Cuando me he despertado, Mencía y su papi han aparecido con una bolsa llena de regalos y la bandeja del desayuno preparada para tomar en la cama (vuelvo a repetirlo, es que es más bueno...). 
El primer regalo de todos ha sido el gran beso que me han dado los dos y después el que Men había hecho en la guarde: un llavero de barro pintado de naranja fosforito y con una frase grabada: "Te quiero mami". Es el primer regalo "manual" que me hace mi peque así que me he emocionado un montón.
El padre de la criatura con ella de "recadera" había comprado un lote de regalos (él ya sabe que a mi me encanta que me hagan muchos regalos), así que me había traído lo siguiente:

  • Galleta "I love mamá" que estaba para chuparse los dedos (me la estaba comiendo antes de hacerle la foto, de ahí el mordisco y que no aparezca en la imagen donde están todos los regalos).
  • Funda de tipo bolso para el iphone (sin querer ser desagradecida, mi marido tiene un interés especial por convertirme en la persona más hortera del universo con un iphone 4).
  • Chapa "Mi mamá me mima", se me han saltado las lágrimas al verla.
  • Kit de moldes para hacer "Calipos caseros" (ya sabe que me encantan).
  • Stick para notas súper pijo.
  • Y un último regalo que lo dejo para la intimidad de nuestra familia, con esto del blog me estoy quedando sin secretos, jiji.
Como podéis ver han sido muchísimos detalles, así que me va a costar estar a la altura el próximo año, ¿no os parece?

jueves, 17 de enero de 2013

Mamá histérica en el pediatra, otra vez...

Como ya os conté a principios de diciembre al ir a recoger los resultados de unos análisis de Mencía, casi me da un ataque de nervios al ver todos los parámetros de la analítica con asteriscos. Pues bien, ayer tenía que volver a la pediatra para ver qué tal había evolucionado la niña con el cambio de alimentación (atiborrarla a legumbres, pescado y huevos).
Al principio todo bien, Mencía había cogido en un mes 1,100 kg, lo cual es magnífico y yo estaba más feliz que una perdiz alabando las maniobras que la tía María había hecho con la niña en Jerez para cebarla. 
El problema llegó cuando la médico comienzó a explorar a la niña y se dió cuenta de que tenía todo el cuerpo lleno de unas "pintitas" como si fueran puntos de sangre que os juro que yo no las había visto. Rápidamente se puso un poco nerviosa y me dijo:
- "Sole, viste a la niña que la vas a llevar a que le hagan un hemograma ahora mismo, que esas pintitas son síntomas de las plaquetas bajas y cuando estén los resultados avisas a la enfermera para que vuelva a veros".
En ese mismo momento se me pasaron millones de cosas por la cabeza, sobre todo porque vi a la pediatra bastante nerviosa. 
En lo primero que pensé fue en una compi de trabajo a la que hace algunos meses, en unos análisis de rutina, le detectaron las plaquetas bajas y parece que es por una enfermedad autoinmune que a la pobre le trae de cabeza (todos los martes tiene que ir a hacerse análisis, a que le inyecten un tratamiento experimental y a que la vea el médico). Automaticamente ya me estaba poniendo yo en la misma situación, ¿¿¿para qué voy a pensar bien verdad???
Después de que entre cuatro enfermeras consiguiesen sacarle sangre al animalito que tengo por hija –tiene la misma fuerza que Sansón– mientras que lloraba descontroladamente, tuvimos que esperar más de una hora y media hasta que la pediatra nos volvió a ver.
Finalmente la niña no tenía nada relacionado con las plaquetas, lo que tenía era un exantema vírico que se le quitará en unos días y que tenemos que hidratar mucho.
Cuando salí del Hospital (llegamos a las 8.15 y nos íbamos a las 11.00 horas) casi me eché a llorar de la ansiedad que me había generado la situación. A decir verdad, de vuelta a la oficina se me escapó alguna que otra lágrima...

lunes, 26 de noviembre de 2012

La aventura de comenzar un blog como mamá



Este boom existente de las mamás blogueras ha hecho que me pique el gusanillo a mi también. No tengo claro el motivo, pero creo que el principal es que hay veces que me siento un bicho raro ante determinadas preguntas,  ¿Si tiene tanta tos convendrá sacarla a la calle?, ¿por qué es imposible que coma conmigo?, ¿estaré haciendo algo mal?, ¿soy una histérica?..... y así durante un millón de preguntas más.
Soy madre primeriza, pero por suerte pertenezco a una familia numerosísima en la mi hija Mencía es la nieta número 15, lo que ha hecho que ante determinadas circunstancias no haya tenido tanto miedo como si no hubiere habido niños a mi alrededor. Aun así, esta vida de locos que llevo, en la que veo a mi hija de lunes a viernes tres cuartos de horita por la mañana – siempre y cuando no se ponga malita - y con suerte 10 minutitos por la noche antes de acostarla, hacen que cada día me sienta como una madre en apuros, de ahí el nombre del blog.
No sé si conseguiré estar a la altura, pero me gustaría que este fuese un espacio en la que padres, madres, tíos, tías, abuelos, abuelas y demás parientes compartáis conmigo las locuras del día a día de tener un peque en casa y entre todos, nos ayudemos para conseguir no estar “en apuros” tantas veces como creemos estarlo (seguro que el 90% de las ocasiones son majaderías nuestras).
Mi intención es contaros desde mi absoluta humilde experiencia de 589 días como mamá, cómo me desenvuelvo en este papel en el que creo que nunca dejaré de aprender.
Gracias por acompañarme en esta aventura, espero no ser muy pedante y que os gusten mis historias
P.D. La imagen de esta peli "Una mamá en apuros" creo que refleja claramente lo que el nombre de este blog quiere reflejar, de ahí